Opinión

Banco Central Europeo: Será la solución

Inflacion_Zona-euro

En estas dos últimas semanas hemos recibido mucha y variada información económica muy interesante. Empezando por la encuesta de la EPA donde se dice que España puede terminar el año con una creación de empleo neta de 300.000 empleos –lo cual aunque insuficiente es una buena noticia- ; y continuando por la buena forma mostrada por nuestra banca en la foto de los test de estrés a los que se somete a casi* toda la banca europea. Sin embargo hay una noticia por encima de todas que me parece puede ocupar un papel importante en las reglas de juego financieras:

A partir del próximo mes de noviembre el Banco Central Europeo asumirá las funciones de supervisión bancaria en el marco de un Mecanismo Único de Supervisión (MUS).

Esto significa que a partir de ahora nuestro BE va a trabajar para una entidad de corte europeo que medirá la solvencia, la liquidez, el endeudamiento, la capitalización, el riesgo de nuestros bancos.

Nuestros bancos reportarán directamente a dicho organismo y deberán facilitar toda la información que se les solicite, además de justificar su actividad y gestión frente al mismo.

Esto bien llevado debería dar lugar a:

  • Que el BCE sea la mano ejecutora de las políticas monetarias europeas en cada país
  • Que el BCE controle y garantice que las decisiones tomadas en Europa sobre política monetaria se ponen en marcha y se cumplen, como por ejemplo: Poner freno y limitar la rentable compra de deuda del país que realizan los bancos, mientras reducen sus créditos a los particulares, autónomos y empresas de este país. Significa que poner barra libre de liquidez sin control para las entidades te lleva a estas cosas.
  • Aprender de los errores pasados y poner mecanismos que eviten ponernos en situaciones como las pasadas.
  • En caso necesario intervenir las entidades y proponer determinados perfiles en los gestores y consejeros de las entidades financieras.

En definitiva un BCE que cumpla su misión, deberá evitar que nos hagamos trampas en el solitario y exigir a todas las entidades que sean consecuentes con las políticas del BCE.

Pienso que un BCE como organismo de control y supervisión supremo, será una buena noticia si su acción, control y supervisión radica en el beneficio de las entidades financieras de los todos los países miembros y no en el beneficio de las entidades de un solo país o dos…

Un BCE único, dará confianza a la idea de Europa, podrá dar un mayor dinamismo a las decisiones que se adopten en futuras crisis, podrá velar por que no se repitan actuaciones por parte de las entidades financieras como las preferentes (que mejor no comentar) y dará lugar a la desaparición o absorción de instituciones que hoy carecen de sentido (FROB) y encarecen nuestras administraciones (aunque esto último no preocupa a nuestros políticos).

 

* Casi: excepto las entidades financieras locales alemanas que inexplicablemente quedan fuera de dicho test.

Leer Más

El estado del malestar

Para Archivo. Oficina INEM

Un año más por estas fechas tenemos proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Un año más comienzan su periplo por el Congreso, para pasar luego a la Comisión y al Senado, y regresar de nuevo al Congreso, donde serán aprobados definitivamente. Un año más, como siempre al final de cada legislatura, tienen cierto tinte electoralista teñido de optimismo.

A pesar de la desaceleración de la eurozona, el Gobierno ha revisado al alza el crecimiento de nuestra economía hasta un 2%. No sería la primera vez, ni será la última, que España crece mientras que el resto de países europeos se estancan. Spain is different. Pero no nos engañemos. Mientras nuestros socios y vecinos sigan sin despegar, nuestro crecimiento tiene fecha de caducidad. Y mientras tanto, ¿cómo afectan los nuevos presupuestos al mercado laboral? Parece que tenemos que celebrar que el año que viene se crearán 350.000 empleos reduciendo la tasa de paro al 23%. También tenemos que celebrar que si somos capaces de crecer al 2% de forma sostenida (algo que parece complicado) tardaremos solamente 10 años en recuperar los puestos de trabajo que se han destruido durante la crisis. ¿Acaso nos estamos volviendo locos? Es evidente que tenemos que tomar medidas más contundentes que la efímera reforma realizada, para mejorar un mercado laboral arcaico. Y debemos enfocarlo, aunque sea políticamente incorrecto, desde la reducción del salario mínimo y de las cotizaciones sociales.

La reducción del salario mínimo es obligada para reducir el desempleo juvenil que alcanza ya tasas superiores al 50%. Sin herramientas de política monetaria, hemos tenido que llevar a cabo una devaluación interna a base de reducir precios y salarios para mejorar nuestra competitividad exterior y poder comenzar nuestra recuperación.  Sin embargo, el salario mínimo no ha acompañado a esta devaluación y lleva congelado desde 2011. El mercado laboral se rige, como cualquier mercado, por la ley de la oferta y la demanda. Cualquier intervención sobre los salarios dará lugar a desajustes o desempleo como muestra el gráfico ilustrativo bajo el texto.

La reducción de las cotizaciones sociales –una histórica recomendación del FMI- es una de las principales reformas que deben abordar los países del viejo continente si queremos recuperar competitividad y reducir las elevadas tasas de paro europeas. En el caso de España, no puedo dejar de echarme las manos a la cabeza al ver cómo en 2015 destinaremos 25.000 millones de euros a prestaciones por desempleo que serán financiados con las cotizaciones sociales actuales y futuras de los ocupados. De cada 100 euros de gasto que tiene una empresa por empleado (sin tener en cuenta provisiones para despidos, bajas médicas y seguros obligatorios), tan sólo 60 llegan al bolsillo de éste. ¿Hay alguna fórmula mejor para desincentivar el empleo? No es de extrañar que las empresas pierdan competitividad por los elevados costes laborales, ni que los trabajadores se quejen de los bajos salarios, ni que los desempleados se tomen con tranquilidad la búsqueda de trabajo, ni que el mercado laboral sumergido crezca.

El estado del bienestar está muerto. O por lo menos, tal y como lo tenemos concebido actualmente. No creo que la solución sea el modelo americano.  Es bueno que haya un seguro de desempleo porque permite al  trabajador buscar el empleo que mejor se adecue a sus características, pero que sea tan elevado y dure tanto tiempo no incentiva la búsqueda de empleo. Hay términos medios.

Lo que preocupa de estas medidas cargadas de sentido común es la recaudación y cómo cuadrar las cuentas. No se preocupen, la recaudación llegará sola con la generación de empleo. Y para el que no compre la idea, siempre será mejor compensarlo con impuestos indirectos y especiales, pero por favor, dejemos de gravar el trabajo.Gráfico empleo

Leer Más

El virus de la recesión

Ebola

Pues sí señores…….estamos infectados…..o eso cree la mayoría del mundo. Sesudos Analistas, FMI, FED, BCE……todos coinciden en que tenemos los síntomas. La economía europea no consigue crecimiento estable, los ratios de endeudamiento con respecto al PIB siguen creciendo y los niveles de inflación están tan cerca de llegar a tasas negativas que hasta Alemania está empezando a entender que combatir este síntoma es prioritario.

A día de hoy se nos multiplican los frentes……..ante la necesidad de un euro débil para ayudar a la locomotora europea que acaba de presentar revisiones de algo más del 0,5% en sus tasas de crecimiento del PIB para el año en curso y el siguiente, dejándolas en el  1,3 y 1,5% respectivamente (refrendado por un estudio del FMI), nos encontramos con un cambio de tendencia en el cambio euro/dólar que desde mayo parecía que favorecía nuestras exportaciones……parece que la comunicación del retraso de la FED en la subida de los tipos de interés y la falta de credibilidad del mercado al incremento real del balance del BCE en forma de compra de activos, han provocado un temido cambio de tendencia en este indicador que nos puede poner las cosas más difíciles…….y ahora que están tan de moda los protocolos de actuación ante situaciones de riesgo, lo que más miedo me da, es ver como Europa no tiene ninguno que resulte eficaz……..no es capaz de administrarse medidas efectivas por si sola ya que depende de la FED para todo, por poner un ejemplo, si no existe divergencia en las políticas monetarias entre USA y la UE, no consigue por si sola una devaluación del euro por mucho que diga o haga y evidentemente de momento no le interesa al gigante americano………

En Europa ya nos pasó durante la crisis “de las primas”, en la que ante la solución de emisión de bonos europeos para la reducción del coste medio de financiación de los países miembros, Alemania no quiso aceptar pues la situación les permitía financiarse a tipos cercanos a cero……era evidente que mientras pudiese conseguir que la situación no se descontrolase con peligro de afectación de su propia economía, no tenía razones para cambiar la situación, ya que le era favorable.

Y aún siendo verdad que la verdadera y definitiva cura del virus está en las medidas estructurales a implementar en casi todos los países europeos, tan caras políticamente hablando, esperemos que la FED sepa medir los riesgos de mantener esta situación como está, ya que como el virus nos enferme de verdad, ellos son los siguientes……es muy contagioso.

Leer Más

El absurdo criterio del Gobierno

Criterio de caja

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reconocía  la semana pasada en el Congreso el fracaso del IVA de caja, y avanzaba que se estudiarán fórmulas de mejora. Al parecer, tan solo el 0,9% de los posibles beneficiarios se han acogido al nuevo régimen fiscal. No me sorprende. Es probable que esas empresas no estuviesen bien asesoradas y pronto volverán a acogerse al criterio de devengo.  Porque me cuesta creer que nuestros gobernantes  pensasen que con su feliz idea iban a solucionar los problemas de liquidez de nuestras empresas.

Vayamos por pasos. El Partido Popular anunció en su programa electoral que, si gobernaba, introduciría un nuevo régimen fiscal por el que las empresas que se acogiesen al mismo no tendrían que liquidar el IVA repercutido en sus facturas hasta que las hubiesen cobrado. Música celestial. Por lo visto estuvieron muy ocupados en los primeros años de la legislatura incrementando la carga fiscal, porque tardaron dos años en anunciar  a bombo y platillo la Ley de Emprendedores, que incluía el nuevo régimen fiscal, el llamado criterio de caja. Con él anunciaron todas sus trampas.

La primera trampa es la menos tramposa. De hecho, hasta tiene sentido. Es el criterio de caja doble y consiste en que si una empresa se acoge a este régimen, no podrá deducirse el IVA soportado de sus adquisiciones hasta que no haya pagado a sus proveedores. Estás a las duras y a las maduras.

La segunda, además de sorprendente es insultante. Las empresas que tengan un proveedor acogido al criterio de caja no podrán deducirse el IVA soportado en las facturas de ese proveedor hasta que no le hayan pagado, aunque la empresa en cuestión no se haya acogido al nuevo régimen fiscal.

Merece la pena detenerse a analizarlo con un ejemplo. Si una empresa A, acogida al criterio de caja, factura 100 euros más IVA (121 € en total) a su cliente B, no acogido al régimen fiscal, no tendrá que pagar el IVA hasta que no cobre su factura. Parece ventajoso. La empresa  A retrasará el pago de los 21 € a Hacienda hasta que haya cobrado. Lo curioso es que el cliente B, sin haber modificado su estatus,  no sólo tendrá que cambiar sus sistemas administrativos y de contabilidad, sino que además no podrá deducirse el IVA de la factura hasta que la pague. ¿No tendría sentido que el cliente B tomase la decisión de no volver a comprar a ese proveedor? Y en el caso de que ese proveedor fuese tan competitivo que al cliente le mereciese la pena adelantar a Hacienda esos 21 € (que no podrá deducir) para seguir comprándole, ¿no sería mejor adelantar ese dinero directamente al proveedor para que no se acoja al criterio de caja y así evitar cambiar los sistemas de contabilidad en ambas empresas? Entonces, ¿para qué sirve el criterio de caja? ¿A quién beneficia? ¿Cuánto hemos gastado en una solución a la que puede llegar el libre mercado sin la intervención del gobierno?

Señores gobernantes, no somos necios. El criterio de caja solo sirve para que sus Ayuntamientos tengan la excusa de seguir demorando el pago de sus facturas. Si de verdad quieren ayudar a nuestras empresas, tomen medidas tan sencillas y valientes como reducir el impuesto de sociedades, en consonancia con los tipos del resto de Europa. Conseguirán reducir la economía sumergida y conseguirán que los beneficios de las empresas se destinen a inversión y creación de empleo. Además, aunque no les cuadren los números, conseguirán una mayor recaudación.  Créanme.

Leer Más

¿Crisis?

US-ECONOMY-FINANCE-IMF

Y es que en los últimos años los analistas financieros, presidentes de bancos, organismos internacionales y demás personajes, que gozan de toda la información macro-económica y social posible, no consiguen dar con las claves que resuelvan la crisis.

Quizás, los frutos de dicha información les sirva para hacerse más ricos ellos, pero no para solucionar la crisis internacional que ya recuerda a la Gran Depresión sufrida en la década de los años 30 del sigo pasado. Los economistas afirmaban que era inviable que una situación como la Gran Depresión pudiera volver a repetirse en nuestro siglo. Hoy nadie niega que nuestra crisis tiene muchos puntos en común con aquella y la solución sigue sin llegar.

La información económica y política en si misma no aporta nada. Ahora bien, comprendida correctamente debería llevar a analizar la evolución de los comportamientos de las personas que formamos la sociedad para dejar entrever los problemas que nos rodean y que modifican los hábitos de consumo e inversión de los factores productivos de la sociedad.

No hace mucho tiempo se hablaba, y desde mi punto de vista acertadamente, de crisis de valores y de confianza. Y es que el panorama internacional hoy sigue invitando a pensar así.

Nuestro caso, el español, está afrontando el proceso de reestructuración de manera muy dolorosa para sus habitantes. Se han creado algunas bases para la recuperación con reformas estructurales importantes, pero el empleo, motor de cualquier economía, no llega. El crédito continúa restringido. La presión fiscal aumenta. El panorama industrial español está bastante tocado. La inversión en I+D es prácticamente nula. La política energética, olvidada…

En este contexto es muy complicado que la inversión privada arranque, que el consumo de las familias se incremente o que volvamos a un entorno de crecimiento sostenido. Para cambiar el contexto se necesita compromiso y que todos, Europa incluida, trabajemos en la misma dirección: El estado debe crear el marco que permita a las empresas privadas obtener crédito para la puesta en marcha de proyectos productivos. Debe reducir la presión fiscal directa a las familias. Debe adelgazar su estructura y dar pasos para modernizar algunas administraciones (por ejemplo Justicia). Debe favorecer activamente la incorporación de los jóvenes al mercado laboral…

Queda mucho trabajo aún para poder mirar atrás y hablar del fin de la crisis pero no estaría mal que por una vez le saquemos todo el partido a la información que tenemos y unamos nuestros esfuerzos en una misma dirección.

Leer Más

De nuevo Keynes tiene la solución por no hacer los deberes

bce

Después de los fracasos por reactivar la economía europea a base de inundar el mercado de liquidez, dando barra libre a los bancos, bajando los tipos a cotas récord y subiendo la tasa negativa sobre la facilidad crediticia al -0,20%, ideas que de forma teórica funcionarían en el plano de aumentar el crédito a empresas y particulares estimulando el consumo, la inversión y el empleo, nos volvemos a plantear las ideas keynesianas como última bala para evitar la tan temida deflación.

La política monetaria orquestada por Alemania e interpretada por el BCE no ha tenido, ni va a tener efecto alguno, sobre el crecimiento de la economía mientras exista una ausencia de expectativas fundadas acerca del futuro, y estas no se producirán mientras los estados no implementen reformas de verdadero calado en sus economías, lo que parece ser imposible con la casta política que nos ha tocado en suerte.

Por todo ello, sólo nos queda Keynes. Contra todo lo dicho en los últimos años, y para evitar el desastre que se nos viene encima, comenzaremos a “darle a la maquina del dinero” para hacer compras masivas de deuda soberana y, para gozo de nuestros gobernantes, a pedirles que comiencen a gastar compulsivamente. Con ello, recuperaremos el consumo y la inversión, y por qué no, el empleo. Se harán los cálculos necesarios para demostrar que estos incrementos no empeorarán el ratio de endeudamiento de los países ya que se mejoraran las cuentas por el lado de los ingresos y las emisiones de deuda serán más baratas, pero los deberes seguirán sin estar hechos. Ya los harán políticos más valientes en el futuro.

Si llevásemos estos razonamientos a la empresa, un buen directivo jamás estaría de acuerdo en que la solución para su compañía en apuros y sin crecimiento fuese tener temporalmente más crédito y más barato. Al menos, no a largo plazo. Si no soy competitivo, ni estoy preparado ni formado para competir en el mercado, una solución de este tipo sólo es una bocanada de aire más antes de volver a tener problemas mientras no usemos ese dinero en inversión, formación e I+D.  Seamos serios, enfrentémonos ya a los problemas reales y no pongamos parches temporales. Es el momento de pedir a nuestros políticos que usen el nuevo crédito pensando en el largo plazo.

Leer Más

Vamos por el buen camino

Hacienda

Todo comenzó en mayo, cuando el Fondo Monetario Internacional recomendó a España que realizase modificaciones en su ley concursal para que las Administraciones Públicas perdieran su estatus privilegiado como acreedores. Más de uno en nuestro país, incluido el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, se echó las manos a la cabeza. ¿Cómo iba Hacienda a aceptar quitas en los procesos concursales o adherirse a un convenio al igual que el resto de los acreedores? ¿Por qué iba a perder la Administración Pública su estatus privilegiado? ¿Acaso las obligaciones tributarias de los contribuyentes no deben liquidarse íntegramente, ya que de ellas depende la recaudación para el bienestar social de los ciudadanos?¿No estamos mejor ahora que Hacienda sólo acepta quitas en acuerdos singulares y según para qué empresas?

Poco ha durado el culebrón. El pasado 5 de septiembre se aprobó en el Consejo de Ministros, siguiendo las recomendaciones del FMI, la modificación en la ley concursal por la que las Administraciones Públicas se verán sometidas al convenio general (con las quitas y esperas correspondientes) si así lo acuerda el 75% de los acreedores públicos. Al día siguiente se publicó en el BOE. Demasiado laxa desde mi punto de vista, pero vamos por el buen camino. Ha imperado el sentido común.

En España, el 95% de las empresas que se declaran en concurso de acreedores terminan en liquidación, frente al 70% en el resto de Europa. Esta diferencia sólo puede ser por dos motivos. O nuestras empresas son menos viables que las del resto de Europa o nuestras leyes son más duras con las empresas en dificultades. Yo me inclino por la segunda opción.

Debemos ser conscientes del duro camino que tiene que recorrer una mediana empresa, y de lo que debe arriesgar el empresario, para abrirse un hueco en un mercado cada vez más competitivo y global. Debemos tener claro que es necesario apoyarlas, ya que son el motor del empleo, de la economía y de la recaudación pública. Por eso, no debemos hacer desaparecer frívolamente una empresa operativamente rentable y viable sólo por tener un problema de deuda. Porque facilitarles la supervivencia es buena para todos. Mantienen el empleo, ofrecen bienes y servicios nacionales en España y en el resto del mundo y lanzan nuestra economía. Además, sus acreedores concursales cobrarán lo máximo que el negocio genere (frente a lo que generarían los activos en una hipotética liquidación). Y por si fuera poco, no nos olvidemos, los acreedores cobrarán la integridad de los créditos futuros, incluidos los que contribuirán a las arcas públicas durante el tiempo de vida de la empresa. Incuantificable.

Cualquier medida que se tome en esta dirección, bienvenida sea. Vamos por el buen camino.

Leer Más